domingo, 8 de abril de 2012

Aquiétame Señor.


¡Aquiétame Señor, aquiétame! Calma el intenso latir de mi corazón. Aquietando mi mente disminuye mi acelerado paso dándome una visión de la eternidad del tiempo. 


¡Aquiétame Señor, aquiétame! Dame en medio de la confusión del día, la calma de los montes que se mantienen a través de los siglos. Rompe la tensión de mis nervios y mis músculos con la segadora música de los riachuelos que aun viven en mi memoria. 


¡Aquiétame Señor, aquiétame! Ayúdame a reconocer la magia del poder restaurador del sueño, de la fe en dios. Enseñarme el arte de tomar vacaciones de a minutos a detenerme para mirar una flor, para saludar a un amigo, para acariciar un árbol, para leer versos del buen libro. 


¡Aquiétame Señor, aquiétame! Haz que recuerde cada día la fábula de la liebre y la tortuga, para que sepa que la carrera no la gana siempre el más rápido, que la vida es más que la velocidad en aumento. 


¡Aquiétame Señor, aquiétame! Déjame levantar la vista a las ramas del majestuoso cedro y reconocer que creció porque tuvo calma y supo cómo. 


¡Aquiétame Señor, aquiétame! Inspírame a arraigarme en lo más profundo del terreno de los valores perdurables de la vida, para que pueda crecer hacia las estrellas de un mayor destino. 


Oración Metafísica.

2 comentarios:

  1. en estos momentos de fustracion en las cuales me ciento sumido pido perdon a los que he ofendido y he dañado solo pido calma a mi espiritu y tranquilidad a mi espiritu solo soy un pecador con más defecto que virtudes

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  2. hola!!! la calma y la tranquilidad abitan en tu espíritu, quita la frustración, es solo una ilusión de nuestra mente, llámalo aprendizaje, y vuelve a comenzar una y otra vez para no cometer los errores pasados No eres el único pecador y puedes hacer de tus defectos tus mayores virtudes! bendiciones!

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