martes, 24 de agosto de 2010

Se dice, y es verdad que precisamente antes de nuestro nacimiento un ángel apoya un dedo sobre nuestros labios y dice:


"Calla, no digas lo que sabes". Por eso nacemos con una hendidura en el labio superior, sin recordar nada del sitio de donde venimos.
Roderick Mal Leich

2 comentarios:

  1. muy bueno....Dios nos dió.... dos oidos y una boca,,,, habla menos y escucha mas!!! te quiero hermanuchyyyy!!

    ResponderEliminar
  2. Y en la vida vamos recordándonos.
    Te quiero desde todo el tiempo....
    Besos:)

    ResponderEliminar