martes, 2 de noviembre de 2010
Tu puedes aportar luz
En los tiempos que vivimos, la actividad diaria es muy intensa. Vamos y venimos sin parar para poder cumplir así con las obligaciones que nos hemos creado. Los accidentes suceden. Algunos son simples sustos , otros van mas allá...
Sea cual fuere su gravedad, en caso de accidente siempre hay, al menos un momento de miedo, pánico y oscuridad.
Cuando esto sucede, otras personas cercanas al lugar, sin poderlo evitar se involucran emocionalmente convirtiendo el momento en confusión general.
Quien más y quien menos nos sentimos trastornados ante la posible gravedad y sin querer transmitimos miedo, pena y confusión, colaborando con esa oscuridad. Es aquí donde debemos cambiar.
Inmediatamente después del susto inicial, hay que reponerse lo antes posible y enviar al o los desafortunados luz, amor, esperanza y bienestar.
Es lo que mas necesitan y en ese momento, lo único que les va a aliviar.
Cuanta más luz enviemos, más su espíritu lo agradecerá.
Habrá otros muchos que sin querer enviarán confusión y malestar, por eso es muy importante que los que podamos, pensemos en luz, esperanza y tranquilidad.
Un simple rayo de luz, cuanto mas fuerte y luminoso mejor, y el deseo con toda nuestra alma que esas personas se vayan a recuperar o encontrar su camino hacia la paz.
Articulo de Loreto Alonso-Alegre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola!
ResponderEliminarQué importante es saber qué hacer en esos momentos y creo que aquí lo plasmas muy bien!!!
Te felicito!!!
Besos!!!
Roos