A eso de caer y volver a levantarte,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso no le llames adversidad, llámale sabiduría.
A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo.,
de aspirar y no poder,
de querer y no saber,
de avanzar y no llegar.
A eso no le llames castigo, llámale enseñanza.
A eso de pasar juntos días radiantes,
días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía.
A eso no le llames rutina, llámale experiencia.
A eso de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
tu alma irradie, tu sensibilidad sienta, y tu corazón ame.
A eso, no le llames poder humano, llámale milagro divino...
andrea muy hermoso poema . me gusta como escribes y la calidez, dulzura y ternura que le pones a cada palabra muchos besos
ResponderEliminarQUERIDA AMIGA
ResponderEliminarME HE EMOCIONADO CON TU POEMA, LA VERDAD ES DE UNA CALIDEZ HUMANA INFINITA.
NOS DEJAS MENSAJES PARA ATESORAR EN EL CORAZÓN.
ME QUEDO CON LOS PRIMEROS VERSOS PORQUE ME HA PASADO, ME SIENTO IDENTIFICADA.
BESOS Y ABRAZOS.
hola Carlos!! me alegra que te haya gustado esta bello poema, no soy autora de esta hermosa creación, pero me llegó al corazón por eso lo publiqué... Gracias por tu buena energía te las devuelvo multiplicadas!! Gracias por tu calidez!! besos!
ResponderEliminarHola, Lujan!! a mí me sucedió lo mismo cuando leí este sencillo poema cargado de sentimientos, por esta razón lo publique, me alegra hacerte llegar cosas para que las atesores en tu buen corazón... Besos y abrazos llenos de bendiciones!!!
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