viernes, 6 de abril de 2012
Viernes Santo.
El sol de Abril aun es ardiente y bueno
el surco, de la espera, resplandece;
pero hoy no llenes el ansia de su seno,
porque Jesús padece.
No remuevas la tierra. Deja, mansa
la mano y el arado; echa las mieses
cuando ya nos devuelvan la esperanza,
que aun Jesús padece.
Ya sudó sangre bajo los olivos,
Y oyó al que amó que lo negó tres veces.
Mas, rebelde de amor, tiene aún latidos,
¡aun padece!
Porque tú, labrador, siembras odiando
y yo tengo rencor cuando anochece,
y un niño hoy va como un hombre llorando,
Jesús padece.
Está sobre el madero todavía
y sed tremenda el labio le estremece.
¡Odio mi pan, mi estrofa y mi alegría,
porque Jesús padece!
Gabriela Mistral.
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