viernes, 22 de junio de 2012
La vida.
Aún cuando estamos vencidos y tristes, la vida está, entronizada en lo alto.
Y cuando lloramos la vida sonríe, a la luz del día, y es libre aún cuando arrastramos nuestras cadenas.
Muchas veces la nombramos con nombres amargos, pero sólo cuando nos sentimos amargos y oscuros.
Y juzgamos inútil y vacía, pero sólo cuando el alma vaga por lugares desolados y el corazón está ebrio de excesiva preocupación de sí mismo.
La vida es profunda, alta y distante; y aunque nuestra vasta visión apenas alcance a sus pies, ella esta cerca; y aunque sólo el aliento de vuestro aliento llegue a tu corazón,
la sombra de vuestra sombra cruza su rostro y el eco del más débil de vuestros gritos se convierte en su pecho en otoño y primavera.
Y la vida está velada y oculta, así como está oculto y velado vuestro ser más íntimo.
pero cuando la vida habla, todos los vientos se vuelven palabras. y cuando se vuelve a hablar, las sonrisas en nuestros labios y las lágrimas en nuestros ojos se hacen palabras también.
Cuando ella canta, los sordos oyen y quedan cautivados; y cuando viene andando, los ciegos la ven y se quedan pasmados, y la siguen maravillados y atónitos.
Khalil Gibran.
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