domingo, 22 de septiembre de 2013

Un higo maduro.


Ahora que ya vives en mi pecho,
cualquier lugar donde nos sentamos
es una cima de una montaña.

Aquellas otras imágenes
que provocan a las personas,
como muñecas de porcelana de China,
que han hecho llorar a
hombres y mujeres por siglos,
aún esas están cambiando ahora.

Lo que solía ser dolor
es una banca adorable,
donde nosotros descansamos
bajo las rosas.

Una mano izquierda se ha convertido en derecha.
Una pared oscura, una ventana.
Lo acolchonado en el talón de un zapato,
el líder de la asamblea.

Inteligencia y Silencio.
Lo que decimos es veneno para algunos
y nutrición para otros.

Lo que decimos es un Higo Maduro,
pero no todas las aves que vuelan
comen Higos.
Rumi

No hay comentarios:

Publicar un comentario