domingo, 16 de noviembre de 2014
Si quieres cambiar el mundo...Ama a una Mujer.
Querido y Precioso Hombre:
Si quieres cambiar el mundo… Ama a una mujer. Ámala realmente!
Encuentra a aquella que llama a tu Alma, aquella que lo da todo.
Tira tu lista de condiciones, pega tu oreja a su corazón y… escucha!
Escucha los nombres, las oraciones, los sonidos de todo lo que está vivo: de los seres alados, los peludos, grandes y pequeños,
de lo subterráneo y lo submarino, de todo lo que reverdece y lo que florece, de todo lo que aún no ha nacido y de lo que está muriendo.
Escucha cómo sus oraciones melancólicas vuelven a aquél que les dio vida.
Si no has oído tu propio nombre, es que no has escuchado lo suficiente
Si tus ojos no se han llenado de lágrimas, si no estás ya postrado a
sus pies, todavía no has sentido el dolor de haberla casi perdido…
Si quieres cambiar el mundo… Ama a una mujer ¡Una Mujer! más allá de ti mismo, más allá del deseo y la razón, más allá de tus preferencias masculinas sobre su juventud, belleza y variedad y todos tus conceptos de libertad superficiales.
Nos hemos dado a nosotros mismos tantas opciones, que hemos olvidado que la verdadera liberación proviene de sostenerse en medio del fuego del Alma y abrasarnos gracias a nuestra resistencia, que proviene del Amor.
Mira en sus ojos y ve de verdad si es ella quien puede dar el hachazo a tu mente. Si no, vete, ahora mismo. No pierdas el tiempo “intentando”. Entiende que tu decisión no tiene nada que ver con ella porque en definitiva no es con quién, sino cuándo decidimos rendirnos.
Si quieres cambiar el mundo…Ama a una mujer.
Ámala para toda la Vida, para toda la Eternidad, más allá de tu miedo a la muerte. Más allá del miedo a ser manipulado por la Madre dentro de tu mente.
No le digas que morirías por ella, dile que deseas VIVIR con ella,
planta árboles con ella y mira cómo crecen.
Se su poeta amoroso, al decirle cuan bella está en su vulnerable majestad, al ayudarla cada día a recordar que ella ES la presencia divina a través de tu adoración y devoción.
Si quieres cambiar el mundo… Ama a una mujer.
En todas sus facetas, a través de todas sus estaciones
y ella sanará tu doble-mente, medio-corazón que mantiene separado tu Espíritu de tu cuerpo, que te mantiene aislado y buscando fuera de tu Ser
algo que convierta tu vida en digna de ser vivida.
Siempre habrá otra mujer.
Pronto la radiante nueva mujer se convertirá en la mujer aburrida de siempre y volverás a estar inquieto, comerciando con mujeres como con coches, negociando entre la Diosa y tu último objeto de deseo.
El hombre no necesita más opciones.
Lo que el hombre necesita es la Mujer, la vía Femenina de la Paciencia y la Compasión, el no-buscar, el no-hacer del respirar en un lugar y naufragar profundamente en raíces entrelazadas suficientemente fuerte para sostener la Tierra conjuntamente mientras se sacude el cemento y el acero de su piel.
Si quieres cambiar el mundo… Ama a una mujer, sólo a una mujer.
Ámala y protégela como si ella fuese el último cáliz.
Ámala a través de su miedo al abandono, que ha estado sintiendo por toda la Humanidad.
No, la herida en ella no es para curarse sola.
No, ella no es débil en su codependencia.
Si quieres cambiar el mundo… Ama a una mujer, hasta el final,
hasta que te crea, hasta que sus instintos, sus visiones, su voz, su arte, su pasión, su naturaleza salvaje vuelva a ella, hasta que sea una fuerza de Amor mucho más poderosa que todos los mediáticos que pretenden devaluarla y destruirla.
Si quieres cambiar el mundo, aparca tus causas, tus revólveres y tus pancartas de protesta, abandona tu guerra interior, tu miedo, tu rabia
y Ama a una mujer… más allá de tus esfuerzos por la grandeza,
más allá de tu tenacidad por la iluminación.
El Santo Grial estará ante ti si la tomas entre tus brazos y dejas de buscar nada más allá de esta intimidad...
Texto extraído de la web.
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